En el caso del campo silvoagropecuario, un 59 por ciento de los trabajadores cuenta con enseñanza básica completa. Un treinta por cien de las empresas de comercio y un cuarenta y cinco por ciento de las compañías silvoagropecuarias tuvieron vacantes difíciles de cubrir en el periodo analizado. Un treinta y nueve por ciento de las compañías de comercio incorporaron nuevas tecnologías y un veintisiete por cien empleó la formación o bien reconversión de trabajadores para el uso de estas tecnologías. En este contexto, un 65 por cien de las compañías de comercio consultadas y un setenta y nueve por ciento del sector silvoagropecuario propusieron la relevancia de avanzar en formación del personal.
«Tuvimos que restringir la cercanía física y eso impacta en la economía. El gobierno está con las políticas públicas para asistir en la reactivación. Evidentemente cuando se concluya el confinamiento, la actividad económica va a surgir con más fuerza (…) Hay que formar en lo que tiene impacto, que genera empleo», planteó. A este respecto, el director regional de SENCE, Alejandro Villarroel, propuso que para tomar decisiones es esencial contar con información. «Como institución tomamos resoluciones relacionadas con formación y empleo, sobre todo en instantes actuales, donde tenemos un mundo laboral muy sinuoso. Cada año se hace una encuesta, este año se orientó al comercio, la agricultura y la pesca.
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